En España, un 10% de los hogares sufre «pobreza energética». Es la conclusión a la que ha llegado el último estudio publicado por Economics for Energy, Pro-Environmental Households and Energy Efficiency in Spain, que traducido al español significa «Pobreza energética en España. Análisis económico y propuestas de actuación».
Los datos se calculan con unas bases generales, como por ejemplo la renta mínima, que es aquella que evita la exclusión social. En este estudio, se tienen en cuenta los electrodomésticos adquiridos, si son eficientes energéticamente, si se usan bombillas de bajo consumo, si se tiene doble acristalamiento, o el encarecimiento general de la factura de la luz.
¿Qué es pobreza energética?
Se considera «pobreza energética» cuando el gasto en energía, supera el 10% de los ingresos de las familias. Como es lógico, las familias que se encuentran por debajo del umbral de pobreza, se incluyen en este porcentaje. La pobreza energética en España incluye a todos aquellos que no pueden afrontar las necesidades básicas de consumo. Estos últimos años, se ha notado mucho la subida de este porcentaje, ya que la crisis siempre afecta en mayor medida a los que menos tienen. Este porcentaje ha pasado de un 3,6% en el año 2007, a un 9,88% en el 2013.
Uno de los puntos más importantes del estudio, es el encarecimiento de la factura eléctrica entre 2007 y 2014, de más de un 35%. Siendo las comunidades autónomas con más pobreza energética, Melilla, Ceuta, Canarias, Andalucía y Murcia.
Los hogares con familias, son los que más gasto realizan, y los que tienen pocos ingresos, están parados o presentan gastos como el alquiler tienen más probabilidad de sufrir «pobreza energética».
¿Cómo se valida el estudio?
Para validar los resultados, se incluyen varias secciones bien diferenciadas de la casa. Presentando un modelo de regresión lineal que se utiliza para estimar el efecto de los factores socio-económicos y ambientales sobre la probabilidad de haber invertido en medidas como eficiencia A o A + en nevera, lavadora
electrodomésticos, lavavajillas, horno, doble acristalamiento y bombillas de bajo consumo. Esta selección se basa en el hecho de que los aparatos y equipos representan la tercera mayor parte del consumo de energía en los hogares en los países industrializados. En el siguiente cuadro podemos ver cómo se divide el consumo energético.
