Sector servicios: sube la facturación baja la contratación

Sector servicios: sube la facturación baja la contratación

El transcurso de este verano, además de los datos sobre la evolución del IPC que ya hemos revisado en este mismo espacio, o datos relativos al empleo, que en este caso a pesar de una supuesta mejoría arrojaba cuando menos dudas respecto a un sector tan fundamental como el de los servicios en una época en que la estacionalidad tradicionalmente se hacía notar tanto la contratación como la facturación del sector, nos ha traído precisamente sobre este sector una preocupación importante ya que, no parecía corresponderse el volumen masivo de llegada de turistas con él volumen de contratación, y en las previsiones tampoco con el volumen de facturación.

Obviamente la influencia estacional en el conjunto el sector servicios queda minimizada en la media por un sector que en las zonas menos turísticas del país, y, en las grandes ciudades, ha caído en picado en los últimos años.

En cualquier caso con los datos del Instituto Nacional de Estadística en la mano, se vienen a confirmar ambos extremos; efectivamente ha crecido ligeramente la facturación, y, también, ha disminuido la contratación.

El primero de los casos, y a falta de corroborar los datos del mes de agosto, la facturación ya subía 1% interanual el pasado mes de julio, lo que venía a suponer un aumento con respecto al mes de junio de 5,2 puntos, debemos tener en cuenta que en este mes de junio, como ya consignamos en su momento, la facturación del sector servicios en nuestro país cayó hasta un 4,2%, lo que, con los datos en la mano de julio situaría otra vez en positivo este dato tras dos meses de caídas sucesivas. Aplicando la corrección del efecto calendario, esta facturación sufría un retroceso interanual del 0,5%, frente al retroceso del 2,6% del mes de junio.

En el apartado de contratación, y como ya era previsible, Julio presentaba una disminución interanual en el sector servicios del 1,1%, tres décimas más que lo presentado en el mes de junio, y, lo que es desde luego mucho peor, una acumulación continuada de dos años y dos meses en retroceso.

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