¿Recogerá el IPC todas las subidas de impuestos?

En teoría el IPC recoge los cambios en los precios de la economía y lo hace a través de una cesta de productos elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la que la ponderación de cada producto se actualiza mediante la Encuesta de Presupuestos Familiares. También en teoría, la subida de impuestos anunciada por el Gobierno a través de los Presupuestos Generales del Estado 2010 encarecerá el coste de la mayoría de productos (el IVA general pasará del 16 al 18% y el IVA reducido del 7% al 8%) a excepción de los de primera necesidad. Por lo tanto, si el IPC fuese un fiel indicador de la evolución de los precios podríamos esperar un aumento adicional en torno a 1-1,5 puntos porcentuales en el IPC del año 2010.

¿Se producirá esta simetría entre IPC e IVA? Lo lógico es que la subida de en los tipos de IVA presione todavía más al alza, pero al no haberse modificado IVA superreducido, si el IPC realmente mide la evolución de una cesta de productos de primera necesidad, quizás el aumento sea menor. Sin embargo, no todo el aumento de la carga fiscal se verá reflejado en el IPC. Fuera del mismo quedarán los cambios en las rentas sobre el capital del IRPF y, sobre todo, los cada vez más cuantiosos y numerosos impuestos municipales. En este puntos nos referimos a la tasa de basuras y otros gravámenes similares que bien han aumentado su cuantía o se han recuperado después de años e incluso décadas en el ostracismo.

Como también es lógico, el IPC no recogerá este aumento del coste de la vida vía fiscal y por eso cada vez empieza a ser un indicador menos fiable para medir lo que cuesta vivir en España y por lo tanto menos útil para actualizar rentas.

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