Cada año, se publican los datos de la inflación. Sabemos que tiende a subir y que esto reduce nuestro poder adquisitivo pero es posible que alguno no tenga aun demasiado claro en qué consiste exactamente esto de la tasa de inflación interanual. Vamos a explicarlo de manera clara y sencilla.
La inflación consiste en un aumento continuado del nivel general de los precios de bienes y servicios en la economía de un sitio en concreto durante un tiempo determinado. En el caso de la tasa interanual, el período siempre será un año. Y en el caso de la tasa mensual, será la variación que hemos tenido de la misma desde el mes inmediatamente anterior al actual.
Existe una máxima en economía que dice «Un dólar hoy vale más que un dólar mañana». Esto se debe principalmente a dos factores:
- La seguridad de que hoy se tiene y se sabe cuanto vale y mañana no hay nada seguro
- La inflación. Debido a la subida de precios, con un dólar hoy se podrán comprar más cosas que mañana
Para hallar la tasa de inflación interanual se estudia la subida del nivel de precios, por lo que está estrechamente relacionada con el IPC (Índice de Precios de Consumo). Dentro de la publicación mensual del IPC, encontramos la tasa de inflación subyacente.
En ella se han eliminado todos aquellos bienes y servicios que son más volátiles y que pueden tener una mayor influencia en este dato, por lo que lo alejarían de la realidad. En este grupo , el bien más destacado es la gasolina. Como sabemos durante los últimos meses ha tenido una fuerte bajada de precio, lo que ha modificado (y mucho) las estimaciones de los organismos y principales estudios para el IPC de este año 2015.
El objetivo de inflación de la Unión Europea está en torno al 2%. Es cierto que algunos países no están muy por la labor de llegar a determinados niveles de inflación, por motivos históricos como la hiperinflación de Alemania, en la que el precio de los bienes subía por segundos.
Pero una deflación, es decir, una bajada generalizada de los precios, tampoco es lo más recomendable, ya que esto provocaría en los consumidores el retraso de sus compras ya que dentro de unos días el precio será más bajo, por lo que podrán comprar más o ahorrar. Esto supone que las empresas dejen de ingresar, que no puedan pagar a sus trabajadores y que por tanto crezca la tasa de desempleo. Como en todo, los extremos nunca son buenos.
¿Cómo se calcula la inflación?
Se debe tener en cuenta el aumento del precio de todos los bienes y servicios que son consumidos por los ciudadanos. Desde hace unos años, se ha modificado la forma de hacer esta encuesta, implantando un modo más dinámico, que permita añadir nuevos productos cuando estos sean más significativos para la población y eliminar los que no. Además de variar los precios de forma mucho más automática, para tener un IPC más actualizado. Entre los alimentos que se incluyen en el cálculo de la inflación encontramos:
- Artículos de consumo diario (leche, prensa, gasolina, etc)
- Artículos de consumo duradero (Electrodomésticos, electrónica, vehículos, etc)
- Servicios (alquiler de vivienda, ocio, seguro, etc)
Aunque cada año no suban los precios de todos los artículos, al final del año, el balance general suele indicar una subida aunque también es posible que esté en niveles negativos si la mayoría de los bienes suben de precio o si los más caros sufren fuertes bajadas y los mas baratos no la compensan.
La fórmula para calcular la inflación
Existe una fórmula para hallar de manera sencilla la tasa de inflación.
- Tasa mensual de inflación
Tasa de inflación mensual = (IPC de este mes – IPC del mes anterior) / IPC del mes anterior
- Tasa anual de inflación
Igual que la mensual pero comparando los años
Tasa de inflación interanual = (IPC de este año – IPC del año anterior) / IPC del año anterior