¿Qué es la inflación?

La inflación es el incremento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios con relación a una moneda durante un período de tiempo determinado. Dicho en otras palabras, es el aumento de precios durante un periodo de tiempo.

La inflación provoca que podamos comprar menos con el mismo dinero. Es decir, pérdida del poder adquisitivo de los ciudadanos. Si hay que pagar más por un bien o servicio con el mismo dinero podremos comprar menos.

Los precios están sujetos a cambios. Pueden aumentar o pueden disminuir. Y esto tienen una incidencia directa sobre la economía de un país. De ahí, que sea una variable muy importante para determinar la evolución y la marcha de la economía de un país. Debe tenerse en cuenta, por ejemplo, a la hora de revalorizar las pensiones y los salarios para adaptar éstas al coste de la vida.

¿Cómo se mide la inflación?

En España la inflación se mide con al índice de precios al Consumo (IPC) que es el indicador que registra la evolución de los precios de los bienes y servicios. De esta manera, podemos calcular la inflación si tenemos en cuenta la variación del precio de los bienes y servicios que consumimos los españoles.

¿Qué genera inflación?

Dos son las causas que generalmente generan inflación. Hay más y existen diversas posturas al respecto.

  • Aumento de la demanda de un bien o servicio más rápido que la oferta
  • Encarecimiento de las materias primas y costes de producción.

Hiperinflación

Es una inflación muy elevada producida por un crecimiento excesivo de los precios y una pérdida gradual del valor del dinero.

Deflación

Es el fenómeno contrario a la inflación. Se produce cuando se reducen los precios de bienes y servicios debido a una oferta superior a la demanda.

Las pensiones y la inflación

Para mostrar hasta que punto la inflación debe ser tenida en cuenta veamos un ejemplo con su relación a las pensiones.

Las pensiones anualmente deben revalorizarse conforme a la inflación que se prevé para el año en cuestión. Si las pensiones no fueran revalorizadas conforme a la misma, se produciría una pérdida gradual del poder adquisitivo de los pensionistas imposibilitando a estos adquirir bienes y servicios con el dinero disponible.

En 2013, apreciamos claramente esa pérdida gradual del poder adquisitivo de los pensionistas en España. Si la inflación prevista se sitúo en un 2,9% y finalmente la revalorización se ha realizado en un 1%, tenemos como consecuencia pensionistas con menos dinero para comprar  bienes y servicios más caros.

 

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