Si en las últimas semanas asistíamos a varias aperturas de expedientes en nuestro país relacionadas por ejemplo con telefónica, o con las petroleras, obviamente, nuestro país no es el único en el que se abren expedientes y se multa a empresas en cuestiones relativas a la manipulación de precios, algo que en este caso ha ocurrido en Estados Unidos y nada menos que con JP Morgan Chase.
La Comisión Federal de Regulación de la Energía ha impuesto una multa de 410 millones de dólares tras la acusación de manipulación del precio de la electricidad en California y determinados estados del medio Oeste norteamericano. Debemos recordar que esta multa viene situada en el tiempo tan sólo unas semanas después de una similar imputada a Barclays por un importe incluso superior de 453 millones de dólares.
La citada comisión considera que en ambos casos existió intención en la manipulación de los índices de precios de electricidad, manipulación que buscaba obtener beneficio de las posiciones que las entidades tomaban en el mercado; este comportamiento finalizaba condicionando el crecimiento de las tarifas finales. Esta operación lleva abierta más de dos años y se enmarca en una pelea entre los operadores de la red eléctrica californiana que acusan a las compañías cotizantes de estrategias abusivas de mercado.
En el caso de Barclays se especula cada vez en mayor medida con la posibilidad de un pacto de arreglo en el que se desconoce el valor, pero sobre el que ronda la cifra de los 1.000 millones de euros, más radical parecen este sentido la postura de JP Morgan que recientemente informaba su salida del mercado presencial de la materia prima, según la compañía por la propia presión de los reguladores.