El dilema sobre comprar algo más caro, pero que te dure muchos años, o algo más barato que dure solo unos pocos está a la orden del día. La mayoría de las personas evitan el tener que hacer fuertes desembolsos, y prefieren comprarse otros artículos que les hagan la misma función, con un poco menos de calidad, aunque les dure menos tiempo. Pero si nos ponemos a verlo desde un modo ahorrador en todos los sentidos, la mejor opción será hacer un desembolso mayor.
Por ejemplo, la mayoría de los artículos que usamos en la cocina, es posible que duren muchos años, e incluso nuestros hijos puedan utilizarlos durante un tiempo. Pero pongamos un ejemplo, que es como mejor se entienden las cosas. Si una persona puede comprar cincuenta versiones baratas de un artículo por el coste de una sola versión de alta calidad y hacer el mismo trabajo, ¿qué más da lo que duren los baratos si tienes 50 versiones?
Por ejemplo, un cuchillo de 10 euros, se pondrá de color feo a los pocos años, en cambio un cuchillo de cerámica que cuesta 40 euros, durará toda la vida. Pero, ¿cuándo se sabe qué comprar y cuándo comprarlo barato? Tendremos que tener en cuenta varios factores.
El coste real durante mi vida
Lógicamente un elemento para toda la vida, significa que te va a durar muchos años. Pero no es lo mismo tener 20 años que 80. Por eso si sabemos que lo utilizaremos nos compensará más comprar uno caro. En cambio si lo vamos a usar unos 10 años como mucho, mejor será comprar 2 elementos iguales.
Saber cuánto va a durar realmente el objeto
Esto lo haremos con una aproximación, gracias a la garantía y a las instrucciones, que nos pueden dar pistas sobre ello. Una garantía de 3 años, supone que el objetivo me va a durar unos 6 años, contando con que empiece a tener problemas años antes. La mayoría de las veces esta prueba da la respuesta al tipo de compra que debemos hacer.
¿Cuánto voy a utilizar el artículo?
Por supuesto esto también depende. No es lo mismo comprar un secador de viaje que usaremos una vez al año, que una nevera que estará funcionando las 24 horas del día, sin pausa. Para ponerlo en números, si uso un elemento cada día (o por lo menos un par de veces a la semana), se supone que no va a durar siempre. Si un periodo normal de vida de un producto es de diez años, pero lo uso todos los días, voy a cortar la mitad de esa vida útil.
¿Qué gastos extra produce?
Por ejemplo, una impresora utiliza cartuchos de tinta. Lo que se conocen en el mundo de la economía como bienes complementarios. Pues si compramos una impresora más barata, cuyos cartuchos se acaban muy rápido, o son excesivamente caros, quizás nos compensará comprar una más cara con cartuchos algo más baratos. Será el momento de ponerse a calcular y comparar todas las opciones que nos ofrecen los mercados. Además de aplicar todas las preguntas anteriores.
Generalmente, los artículos baratos y caros que realizan la misma función, lo hacen de igual manera, el único inconveniente es que durarán más o menos. Por eso, lo importante al hacer cualquier compra es pensar en el uso personal que le vamos a dar, y no en lo que nos diga el vendedor, por muchas garantías que nos de sobre el artículo.