Los vehículos comerciales dan un pequeño respiro al sector de la automoción

Los vehículos comerciales dan un pequeño respiro al sector de la automoción

El sector de la automoción, y en este caso más concretamente la venta de vehículos, ha sido dentro de los diferentes sectores comerciales tan golpeados por la crisis actual en nuestro país, uno de los que más ha sentido sin ninguna duda el peso de esta crisis, con un retroceso verdaderamente grande en el volumen de ventas, y también, en muchos casos con una conflictiva situación de los precios que, a pesar de los planes de ayuda como el Plan Pive, lo ha conseguido mejorar en exceso unos malos resultados globales.

El único segmento dentro del apartado comercial de la automoción que ha conseguido relativamente en lo que llevamos de año mejorar la imagen comercial ha sido el de los vehículos comerciales, un segmento que en teoría se ha visto favorecido por la puesta en marcha del Plan Pima Aire.

El lanzamiento este plan, precisamente dirigido a facilitar a los autónomos y pymes la renovación de las flotas de vehículos, se encuentra a decir de los diferentes analistas en el impulso real que ha tomado en los últimos meses el segmento de los vehículos comerciales.

Los datos indican que este pasado mes de agosto acumuló 5.204 matriculaciones, lo que vendría a suponer un crecimiento de ventas superior al 13% en relación al mismo mes del año 2012, y vendría a sumarse a cinco meses seguidos en los cuales las ventas de este segmento han ido aumentando, acumulando un crecimiento anual hasta el momento cercano al 2% interanual, representado en cerca de 55.000 matriculaciones.

Todavía se espera una mayor incidencia de la aplicación de este plan, ya que, recordamos, aunque se lanzó finalizando el mes de febrero, no fue hasta el mes de mayo cuando los resultados de crecimiento en ventas se hicieron explícitos, aunque ya en abril lógicamente se dejó notar su influencia.

El plan, recordamos, se dirige a fomentar la compra de vehículos comerciales y furgonetas de hasta 3.500 kilos tanto nuevas como de una antigüedad no superior a un año, con la contrapartida de retirar otros vehículos que presenten más de siete años. Las subvenciones de este plan varían entre los 2.000 y los 4.000 € en función del peso del vehículo (con la referencia de los 2500 kilos) aportando la mitad de la subvención del estado y la otra mitad los propios fabricantes.

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