La subida de las pensiones, a debate

Los ajustes en el sistema de pensiones suelen ser un indicador de la disposición real de un Gobierno a acometer cambios y a controlar su gasto. El motivo es que desde un punto de vista político se trata de medidas muy impopulares. Por eso mismo, el plan de ahorro del Gobierno prevé suspender la revalorización de las pensiones en 2011, excepto las no contributivas y las mínimas.

Sin embargo, el debate sobre la subida de las pensiones va más allá de esta coyuntural suspensión y así el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, habló en el Congreso de la necesidad de revisar el actual sistema de actualización de las pensiones. Y es que en principio las pensiones se actualizan en función del IPC, pero para que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo durante el año, se lleva a cabo una subida con la estimación de IPC para el año en curso. El porcentaje de subida se establece por ley a través de los Presupuestos Generales del Estado (en el caso de los PGE 2010 el aumento marcado es del 1%) y se revisa según el dato de noviembre en lo que se conoce como el IPC de las pensiones.

Esta forma de actualizar las pensiones tiene un alto riesgo de sobrepago por parte del Estado, algo que precisamente ocurrió en 2009. El IPC proyectado para 2009 en los PGE fue del 2%, pero cuando llegó noviembre el IPC se quedó en un exiguo 0,3%, teniendo que asumir el Estado los 1,7 puntos porcentuales de diferencia (cuando la estimación es mayor que el dato se mantienen las prestaciones). Según los cálculos de Granado, sólo esto supondrá un gasto adicional de 40.000 millones para la Seguridad Social durante los próximos 18 años.

El problema del sistema actual para las cuentas del Estado reside en que en años como 2009, la retribución de los pensionistas sube por encima del IPC, mientras que en los ejercicios donde las previsiones no alcanzan al dato real, el Estado cubre esta diferencia con una paga extra para los pensiones. Así, en 2008 el Estado tuvo que destinar 635 millones de euros extra para adecuar la subida de las pensiones al IPC real.


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