Los efectos de la pandemia de Coronavirus están aún lejos de calibrarse de manera clara. Sin embargo, con los datos de los dos primeros meses del año en China podemos comenzar a vislumbrar un panorama ciertamente complejo.
Esta nueva epidemia no solamente afecta a la salud de los habitantes de todo el mundo. Por supuesto, la economía está siendo una de las grandes víctimas del Coronavirus, así como los niveles de producción industrial, que en China han sufrido gravemente. En base a los datos obtenidos, podemos afirmar que la bajada de producción ha sido del 13,5%. Se trata de la mayor bajada que se ha podido experimentar en China referida a este sector en las últimas 3 décadas.
Las previsiones previas a la crisis sanitaria han sido claramente erróneas, ya que calculaban que para estas fechas se hubiera experimentado un crecimiento cercano al 1,5%. Nadie contaba con la llegada de este nuevo virus, que ha provocado cifras mucho más bajas de lo normal.
¿Una recesión superior a la de 2008?
Es más, la opinión de los analistas se orienta a que estos datos han sido mucho más débiles de lo previsto y que apuntan a una recesión más profunda que durante la crisis financiera mundial del 2008. Sin embargo, también opinan que las condiciones a nivel nacional deberían mejorar poco a poco en los próximos meses, pero desde luego de una forma muy lenta por el enorme parón que está causando la epidemia.
Si comparamos los datos actuales con los de finales del año pasado, podemos observar que la bajada es preocupante. Esto se debe a que, en diciembre de 2019, la producción industrial de China había aumentado un 6,9% de manera interanual. Ahora todo eso se ve afectado por la producción manufacturera, que ha caído casi un 16%, y un 6,5% está relacionado expresamente con el sector de la minería.
Los datos también revelan que unas de las grandes afectadas en la economía fueron las empresas minoristas, cuya bajada rondó casi el 21% interanual. Recientemente también se ha revelado que las inversiones de activos fijos en China han caído de manera considerable: rondando una bajada del 25% tan sólo en relación a los datos obtenidos en estas mismas fechas el año anterior.
Durante este mes tampoco se prevén mejoras en los datos, de hecho, no son pocos los expertos que señalan que las cifras todavía pueden empeorar más.
La razón para que esto ocurra es que, a pesar de que tras unos cuantos meses por fin parece que China se está recuperando de toda la crisis que se ha vivido en relación a la epidemia, la caída de febrero se ha diluido en los datos al hacer la media con enero, donde todavía no se había notado la mayor parte de la interrupción productiva y de consumo.
Nadie había contado con que una situación así pudiera asolar el planeta, precisamente en estos momentos en los que tanto acceso tenemos a la información y tanto parece que hemos avanzado tecnológicamente. De hecho, no se veían datos tan malos respecto a la producción industrial desde principios de los años 90 del siglo pasado.
