La principal preocupación de los Gobiernos durante la crisis ha sido incentivar el consumo, cubrir el hueco dejado por ahorradores y empresas en lo que a gasto se refiere, y ayudar a que los siguiesen gastando en la medida de lo posible. Las medidas de estímulo fiscal y estrategias como el Plan E son un ejemplo y las inyecciones de capital de los bancos centrales son el mejor ejemplo.
En este escenario, elementos como la inflación parecen haber pasado a un segundo plano una vez se ha superado el fantasma de la deflación –aunque no todo el mundo lo tiene tan claro y razón no les falta-. Esta es una de las coclusiones de los eventos Future Now de Inversis de Madrid y Granada en las que analizaron el escenario económico que podemos encontrarnos en 2010.
En este sentido, Juan Luis García Alejo, y director de análisis de Inversis Banco dejó algunos apuntes interesanres respecto a lo que podemos esperar del IPC 2010. Desde su punto de vista «mientras no circule claramente el dinero, esto no va de inflación», por lo que «ni tipos ni inflación van a subir». La clave en este punto es la inflación se ha convertido en un elemento accesorio y sin aparente importancia hasta que no se solucionen otras cuestiones más importantes relacionadas con la reactivación económica.
Los gobiernos, especialmente el americano, todavía temen una «crisis en W» -ahora estaríamos en el punto álgido de la primera ‘V’ y nos restaría una nueva caída-. Como explica García Alejo, «hay miedo a una cris en W porque levantar a un muerto una vez está bien, pero dos… Hay miedo». El muerto en este caso es la economía mundial y estadounidense. La idea generalizada es que se prefiere apostar por una recuperación más tardía a arriesgarse a una recaída y la temida «W».
Esto se traduce en que las medidas de estímulo fiscalse irán retirando paulatinamiente y no de golpe. Del mismo modo, tampoco se esperan subidas en los tipos de interés durante este año ni en Estados Unidos ni en Europa. Algunos analistas ya adelantan que los tipos podrían permanecer sin cambios o en un entorno similar al actual hasta el primer semestre de 2011. Sin embargo, es impensable creer que esta situación se alargará mucho más. García Alejo indica que debemos tomar «los actuales niveles ultraxos de tipos de interés como extraordinarios y no sostebibles», al tiempo que apunta que «ahora no está la cosa para los tipos suban mucho, pero sí para que si hablamos de recuperación de forma creíble suban más tarde que temprano».
Esta es la imagen general que se dibuja para el IPC del año 2010. ¿Y España? La previsión oficial de IPC para España es del 1%, aunque la oficiosa es algo menos conservadora y la eleva hasta el 1,3% de media para el conjunto del año.
En realidad, España deberá confrontar una recuperación económica más lenta (lo que puede lastrar el consumo y por lo tanto hacer que bajen los precios) a una retirada inmediata de las medidas de estímulo fiscal y subida de impuestos, tanto directos como indirectos, empezando por el IVA. La primera debería presionar a la baja los precios, mientras que la segunda haría lo contrario (de hecho, una subida del IVA general y del reducido tendrá un efecto inmediato en el IPC) . Sin embargo, todo esto es sólo teoría, ya que también es posible que el aumento de la presión fiscal se vuelva en contra del Ejecutivo y se traduzca en una caída del consumo.
Todavía es pronto para aventurar qué puede pasar, pero por el momento el IPCA adelantado de enero nos habla de una subida de cuatro décimas hasta el 1,1%. Es decir, que se mantiene la senda alcista de la inflación, impulsada de nuevo por los productos energéticos, que a buen seguro jugarán un papel determinante en la evolución del índice porque desde aquí mantenemos que petróleo caro=inflación.