Europa empieza a dejar atrás el fantasma de la deflación. El IPC de la Zona Euro registró un avance de cinco décimas porcentuales en agosto para situarse en el -0,2%. El dato está muy lejos de la subida del 3,8% acumulada en agosto de 2008, pero es positivo porque sirve para identificar el rumbo que tomará el IPC en 2009 y que se puede resumir como más inflación.
En términos mensuales, los precios subieron un 0,3%, una décima más que en julio. En el conjunto de la Unión Europea la inflación anual se situó en el 0,6% el mes pasado, por encima del 0,2 registrado en julio, mientras que un año antes alcanzó el 4,3%. La subida en términos mensuales fue del 0,3%.
Irlanda (-1,2%) es quien acumula una tasa de inflación más baja, seguida de Portugal (-1,2), mientras que Hungía (5%) y Polonia (4,3%) son los más inflacionarios. Con respecto a julio la inflación cayó en ocho miembros, se mantuvo estable en dos y subió en diecisiete según los datos proporcionados por Eurostat.
Los componentes que más subieron su precio en tasa internaual fueron alcohol y tabaco (4,5%), productos y servicios variados (2,2%) y equipamiento del hogar (1,7%) en tanto que se abarataron el transporte (-3,2%), vivenda (-1,3%) y alimentación (-1,2%).