La evolución del IPC es uno de los datos que más interés suscita entre los ciudadanos españoles y expertos económicos. La subida o bajada de la cesta de consumo ideal de los españoles, es un dato clave y necesario para hacernos una idea de cómo y cuánto han variado los precios, y sobre todo en qué proporción. Cada mes, el Instituto Nacional de Estadística, ofrece un informe detallado sobre esta variación, además de datos con una importante relación.
Uno de ellos es la inflación subyacente. Como sabemos, la inflación supone el aumento generalizado de los precios de bienes y servicios, y se relaciona con la moneda. Relacionándolo así con el poder adquisitivo, ya que el aumento de los precios y la estabilidad o bajada del poder adquisitivo supone un aumento de la inflación. Y esta subida se conoce gracias al IPC.
Por tanto, la inflación subyacente, sería la subida de precios, eliminando los productos más volátiles, es decir alimentos no elaborados y productos energéticos. Estos bienes, no suelen tener la misma tendencia de los demás bienes y servicios por eso se eliminan, para así poder reflejar mejor la evolución real. Los precios de estos bienes, suelen depender de factores externo que atañen de forma indirecta a nuestro país, por ejemplo una guerra.
En el siguiente gráfico podemos ver la evolución de la inflación subyacente desde enero de 2013 hasta el último dato disponible, que se refiere a septiembre de 2014.
El último dato que tenemos, se refiere al mes de septiembre de este año, con una tasa de variación anual en la inflación subyacente del -0,1.