Es habitual, ver a las principales empresas en el TOP 10 de los ranking. A menudo se hacen estudios sobre los beneficios , las ventas, la proyección o cualquier otra variable que siga manteniendo a los mismos en primeras posiciones. Uno de los más comunes es el de las mejores universidades del mundo. Todos pensamos en Harvard, Yail o Stanford entre otras, pero también pueden estar en posiciones bajas, dependiendo de qué se estudie.
Desde hace unos años, todas las empresas y organizaciones en general, han ido creciendo en deuda. Y de esto no se libran ni las más prestigiosas del mundo. También en parte, porque la deuda es una forma de financiación común, pero depende de a qué niveles. Los graduados de universidades como Harvard, con conocidos por encontrar trabajo con rapidez, y por ganar buenos sueldos desde sus inicios.
Pero un informe sobre la situación financiera de las universidades, las sitúa por debajo de escuelas menos prestigiosas como la de Ohio y la Universidad de Washington, y si nos referimos a otro estudio, el programa de clasificación de Bloomberg Businessweek en primera posición se encuentra la universidad de Duke. La diferencia entre la metodología de M7 y otros es que se centra exclusivamente en la capacidad de un estudiante medio para pagar deudas después de la graduación.
La lista deja fuera a un buen número de escuelas de gran prestigio, entre ellos Wharton, Columbia y la Universidad de Chicago, debido a que no proporcionan cifras concretas de la deuda. Brigham Young es la única escuela con A +, lo que significa que por lo general deja a los asistentes con poca carga de deuda.
A mitad de la lista tenemos la calificación «A», que indica las obligaciones de deuda que son «muy manejables» en relación con las perspectivas de carrera que se espera. Aquí es donde se encuentran Harvard y Stanford. La primera razón por la que se encuentran en esta posición es el apalancamiento, que es el endeudamiento medio de un graduado dividido por la media de salario al comenzar su carrera laboral. Cuanto menor sea el ratio, la deuda es más baja. Grandes nombres como MIT o la Universidad de Virginia no se encuentran entre los 15 primeros.
El segundo indicador es el índice de cobertura del servicio de la deuda, una medida de la capacidad de cumplir con las obligaciones de deuda anuales. Se calcula dividiendo la media de salario inicial entre los pagos de la deuda anual estimada. Una proporción más baja significa una carga anual de la deuda más grande. Las 15 mejores escuelas vienen en esencia el mismo orden que en el ratio de apalancamiento.
Los salarios aumentan con relativa rapidez para graduados de escuelas de negocios, y la mayoría de los graduados son capaces de pagar sus préstamos. Pero en los mercados laborales más débiles, el coste y la deuda llega a ser una preocupación. Esto significa que las mejores escuelas de negocios pueden llevar a buenos resultados de la carrera, pero son extremadamente caros. Y no tiene por qué suponer un elevado salario al empezar, al contrario que en otras de menor prestigio.