En temas de consumo nunca se sabe. Cada persona es un mundo, y lo que a unos les parece la mejor compra del mundo, otros no querrían eso ni regalado. Muchas veces nos aventuramos a comprar cosas que creemos necesarias o que creemos la mejor opción, cuando en realidad no lo son. Lo importante es comprar aquello que realmente consideremos útil, pues todo lo demás no será una buena compra, si es a largo plazo, y sobre todo si requiere un fuerte desembolso.
A lo largo de los años, tenemos situaciones que aparentemente son diferentes, pero que tienen muchos puntos en común. Por ejemplo, el abono para el gimnasio, o la compra del abono transporte. Si eres una persona que va al gimnasio de vez en cuando, no conviene hacer este tipo de compras, que generalmente no bajan de 400 euros. Al igual que pasa con el abono transporte. Si somos asiduos a utilizar nuestro coche, quizás nos conviene más un bono de 10 viajes. Para todo esto habrá que hacer una lista y un estudio básico sobre qué es lo que realmente nos compensa. Algunas de las grandes compras que en realidad no lo son:
Crédito sin intereses, por tiempo ilimitado
Muchos comerciantes ofrecen préstamos sin intereses por un período de tiempo para artículos de precio elevado, como televisores, electrodomésticos u ordenadores. Aunque hagamos esto, seguimos comprando el artículo en su totalidad, y hay que pensar que el dinero que pagamos hoy no tendrá el mismo valor, ni tampoco el producto. Sobre todo este tipo de artículos pierden valor con mucha rapidez. Muchas veces se utiliza la frase «sin intereses» para comprarse un capricho que en realidad no se necesita.
Seguros de vida para un niño
Desde las aseguradoras, han creado infinidad de seguros y uno de ellos es el seguro de vida para niños. Es posible que haya personas a las que les guste estar preparado, pero la mayoría de las veces esto es algo muy muy poco probable. Será mucho más productivo invertir ese dinero en un fondo o incluso en meterlo en una cuenta para los estudios de años venideros.
Servicios monitorizados del uso de tarjetas
Esto no es demasiado común, pero para las personas miedosas son un gancho increíble. Consiste en rastrear todos los movimiento de la tarjeta de crédito, para así en caso de robo o pérdida, o de robo de datos no tener que preocuparse. Estos servicios son muy caros, y generalmente cuando perdemos o nos roban algo, llamamos inmediatamente a nuestros bancos o tiendas. Además la mayoría de estos productos llevan incorporado una devolución de lo robado. Suelen utilizarse para sacar dinero a la gente, cuando en realidad no es necesario.
Televisión por cable
La posibilidad de ver cientos de canales es muy atractiva para la mayoría de la población. Además a veces, las ofertas son tan aparentemente baratas, que nadie puede resistirse. Además, la televisión es mucho más barata que cualquier por ejemplo, ir al cine. Quedarse en casa y no gastar dinero. Pero lo que muchos no saben, es que gracias a esa maravilla que se llama Internet, podemos ver todos estos canales y muchos más, y que la suscripción a los mismo canales en infinitamente más barata a través del ordenador que desde casa.
Bono anual del gimnasio
Empezar el año con buen pie, comenzar el nuevo curso con algunos días en el gimnasio, o iniciar la operación bikini. Cualquier excusa es buena para empezar el gimnasio y hacerse socios platino, pero la mayoría sabe que no será así. Es una forma de perder el dinero, y lo mejor será ir pagando mes a mes, ya que puede surgir la posibilidad de no ir durante un mes. Aunque lo más habitual es «empezar fuerte» y poco a poco ir dejándolo de lado.