Aunque ha tardado más que el IPC en España, la inflación de la Eurozona también cae y lo hace con rapidez. Según los datos publicados por Eurostat acumula una caída del 0,7% en los últimos doce meses, lo que supone un nuevo mínuno histórico. De hecho, esta es la segunda vez que se registra una tasa de inflación interanaual negativa tras eñ -0,1% de junio.
La inflación para el conjunto de la Unióne Europea fue del 0,2%, cuatro décimas menos que el mes anterior. Ambos datos son algo peores que las previsiones de los analistas.
En total, 14 de los 27 socios de la UE -doce de los dieciséis miembros del euro- han sufrido una caída de precios de consumo en los últimos doce meses. Irlanda es la que más está sufriendo este proceso con una inflación del -2,6% seguida de Bélgica (-1,7%), Luxemburgo (-1,5%) y España (-1,4%). Por el contrario, las tasas de inflación más altas se registraron en Rumania (5%), Hungria (4,9%) y Polonia (4,5%).
Los componentes con las mayores tasas de inflación en julio fueron alcohol y tabaco (4,4%), bienes y servicios (2.1%) y equipamiento doméstico (1,7%), en tanto que los más bajos fueron transporte (-5,5%), vivienda (-1,8%) y alimentación (1-%).
En términos mensuales, ocio y cultura es el que mayor subida acumula con un 1,3%& seguido de hoteles y restaurantes (1%) y alcohol y tabaco (0,5%). En cualquier caso se trata de subidas muy modestas en compraración con años anteriores, donde la época estival dio lugar a importantes aumentos en los precios. Por el contrario, vestido con un espectacular -9,8% fruto de las rebajas de verano, alimentación (-,6% y vivienda (-0,5%) han sido los que más han caído.
Una inflacción del 0,2% está bien. Una inflacción baja es deseable. En cambio una deflacción es bastante perjudicial.