El IPC es una de las variables que mas afecta a nuestra economía personal. El IPC es la abreviatura de Indice de Precios de Consumo y mide la evolución del conjunto de precios de los bienes y servicios de la sociedad española. Es por tanto una medida muy importante para conocer cuanto están subiendo los productos que habitualmente consumimos y poder contrastar si nuestro salario lo esta haciendo en la misma proporción.
Un Indice de Precios al Consumo muy alto significará una importante perdida de poder adquisitivo, al tener menos capacidad de comprar bienes y servicios con la misma cantidad de dinero.
El repunte actual de este indice en los últimos meses es sin duda uno de los aspectos mas preocupantes para nuestra economía y es una de las principales razones para que el tipo de Interés oficial pueda seguir subiendo.
Será importante saber a qué se deben estas subidas en el Indice y estar alerta de los sectores mas inflacionistas.
La subida del IPC ha estado muy estancada durante la crisis y comienza a recuperarse. Como no es de extrañar, con el adiós a la recesión y el comienzo de la recuperación económica, se esperan importante subidas para este índice.
El IPC y el ahorro en el futuro
Esto quiere decir que con este panorama, al ahorrador no le queda otra alternativa más que tratar de preservar su patrimonio con productos que, al menos, le permitan no perder poder adquisitivo. Francisco Platón, responsable de inversiones de Andbank España, afirma que no se trata de una tarea fácil.
Esto mismo se debe a que las altas tasas de inflación y los tipos de interés en mínimos históricos dificultan seriamente la selección de activos que permiten obtener rentabilidades reales positivas sin asumir riesgo.
Pero eso no es todo, ya que si bien es importante lo mencionado anteriormente también hay que tener en cuenta, además, que tomando una inflación media elevada para próximos ejercicios y restando el 21% mínimo que hay que pagar a Hacienda de los intereses generados con cualquier producto de ahorro, será necesario contratar instrumentos que den un interés anual de, al menos el 2% para obtener ganancias reales.