Cuando hablamos del IPC realmente lo estamos haciendo de una estadística, de una medida que viene a indicar cómo van evolucionando los precios básicos de consumo para la población, bienes y servicios que se podrán catalogar dentro de los costes estándar del ciudadano.
Debemos tener en cuenta que los precios no sólo van evolucionando desde el punto de vista cuantitativo, sobre las cantidades que un producto puede aumentar o disminuir, sino también van entrando y saliendo nuevos grupos de productos que al final, en conjunto no sólo determinan los costes sino también la evolución general económica del país; tomemos como ejemplo el peso específico de los dispositivos tecnológicos hoy en día con una importancia relevante, y el que podían presentar hacer 10 o 15 años cuando ni siquiera existían o cuando la tecnología tiene una presencia mucho menor.
Debemos tener en cuenta cuando tratamos de entender la evolución del índice del propio consumo, que este índice no refleja el precio en el momento de su medición, sino el incremento del mismo o su disminución con respecto a los datos anteriores, por eso la representación del IPC será siempre en un dato porcentual.
Además de por lo obvio, estamos ante un índice que resulta fundamental para valorar la evolución de los costes cotidianos, y básico a la hora de calcular la inflación.
Los cálculos del IPC son mensuales, y se publican a mes vencido, los realiza el instituto nacional de estadística y, para su realización, se establece una comparativa de la evolución de 489 artículos. El proceso de recogida de datos alcanza a tres decenas de miles de establecimientos que se reparten entre todas las comunidades autónomas incluyendo las capitales de provincia y más de un centenar de ciudades no capitales.
Para conformar definitivamente el Índice de Precios al Consumo existen una serie de grupos a los que corresponde una ponderación concreta, estos grupos van desde los que engloban cuestiones como el vestido y calzado hasta otros como el de ocio y cultura o alimentación y bebidas no alcohólicas, así hasta una docena cada uno de ellos con una ponderación concreta.
