A mediados del año pasado muchos economistas comenzaron a plantear un escenario en el que los precios subirían de forma descontrolada durante los próximos años. Estas afirmaciones coincidieron con un periodo de tasas de IPC negativas que hacía a muchos pensar más en deflación que en hiperinflación. Sin embargo, el paso del tiempo alejó los temores de deflación instalando al IPC 2010 en positivo. Con lo que pocos contaban era con la actual crisis de deuda soberana y su efecto en la economía.
Ahora han vuelto a aparecer rumores sobre hiperinflación (algunos artículos como este de Libertad Digital son realmente apocalípticos), algo que ya planteábamos aquí a comienzos de marzo con un post titulado
¿Adiós a la deflación, hola inflación?. Lo cierto es que sí se observa un aumento de la inflación, especialmente en Estados Unidos y que empieza a ser un problema para muchos analistas.
En Europa la situación se encuentra algo más controlada, pero los recientes movimientos del Banco Central Europeo (BCE) para comparar la deuda de los países con problemas podría cambiar la situación. Y es que con estas acciones, el organismo estaría inyectando de nuevo más liquidez en el sistema financiero, lo que podría derivar en una nueva alza de la inflación.
Desde el BCE su presidente, Jean-Claude Trichet, ya se ha encargado de negar la mayor. El mandatario afirma que «las insinuaciones según las cuales la inflación podría no estar anclada son completamente infundadas», al tiempo que recalcaba que se movía «en línea con nuestra definición de la estabilidad de precios».
¿Y en España? En España la inflación ha pasado por el momento a un segundo plano con el IPC en tasas positivas y subiendo. De hecho, el IPC podría terminar 2010 en torno al 2% .
La expansión de la base monetaria ha sido mucho más dramática en el Reino Unido y en Estados Unidos que en la Zona Euro, como muestra el segundo gráfico en esta anotación. Por lo tanto yo no me preocuparía mucho por la inflación en España, pero como residente en el Reino Unido que soy sí que me preocupa.
Un saludo.