¿Deflación primero e hiperinflación después?

El IPC no ha dejado de caer desde el máximo de 5,3% alcanzado en julio de 2008 hasta el -0,1% de marzo. El descenso parecía detenerse en el dato de abril, según el indicador adelantaro, pero sin embargo ha terminado cayendo hasta el -0,2%, así que  lo que pueda pasar a partir de ahora sigue siendo motivo de debate. Por un lado se encuentran quienes postulan que deberemos enfrentarnos a un largo periodo de deflación y por otro los que ven la hiperinflación como la parada más factible a medio plazo.

La deflación, entendida como la define el FMI, es la disminución general de los precios durante dos trimestres consecutivos. La economía española todavía estaría lejos de registrar tasas negativas en la evolución del IPC durante ese periodo, pero hay que tener en cuenta que se prevé que el IPC siga cayendo hasta el tercer trimestre del año. Desde el Banco de España descartan deflación aunque los precios caigan hasta otoño. Y es que el organismo cree que la economía nacional sólo está viviendo un periodo de desinflación, ya que la caída de precios no está siendo generalizada ni prolongada.

En este sentido, sí es cierto que la energía y transporte (principalmente por el descalabro del precio del crudo) han capitalizado buena parte de los descensos del IPC, a lo que se puede sumar el retroceso en el coste de la vivienda. Sin embargo, no todos los productos de la cesta que componen el IPC General han caído ni mucho menos. De hecho, quienes acusan al índice de no registrar la realidad del coste la vida (en teoría su labor) aseguran que los precios de muchos productos de primera necesidad no sólo no han bajado sino que han subido. Es decir, que el IPC no es real y las familias tienen que gastar más.

Entonces, si las caídas del IPC son sólo un espejismo ¿qué futuro nos espera? Todavía es pronto, pero ya han empezado a surgir voces que hablan de la superinflación que nos espera a medio plazo. La culpa de este fenómeno la tendría el dinero que los bancos centrales están inyectando a la economía y que terminará propiciando una fuerte inflación sobre el valor de los ahorro. Las últimas medidas del Banco Central Europeo para salir de la crisis y reactivar el crédito se encaminan en esa dirección. Así, el BCE bajó los tipos al 1% al tiempo que ampliará el plazo al que otorga liquidez.

Ahora la pregunta que muchos se hacen es: ¿A dónde puede conducirnos esta hiperinflación? Los más catastrofistas y los amantes de la ciencia ficción siempre pueden recuperar la leyenda urbana del Amero, que curiosamente ha vuelto a surgir con fuerza en determinados ámbitos de la Red.

Opina sobre el futuro inflacionario en Actibva Predicciones

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