A finales de este mes de abril que ya concluye, hemos conocido los datos de precios de productos industriales y, como ya apuntaban las tendencias, han crecido respecto al mes de marzo.
De hecho, el crecimiento de los precios de exportación de producto industrial aumentó incluso ligeramente por encima de lo esperado, creciendo en el mes de marzo 5% respecto a marzo de 2020. Esto, trasladado a los últimos años, supone que estamos ante la mayor subida de los últimos cuatro años ya que, el anterior crecimiento por encima de este 5% ocurrió en abril de 2017 cuando estos precios aumentaron un 5,3%.
Crecimiento respecto a meses anteriores
Con respecto a los datos del mes de febrero, estamos en un crecimiento de tres puntos y medio, un dato notable para un cambio producido tan sólo entre dos meses.
Por sectores y destinos económicos de bienes industriales con influencia positiva dentro de este crecimiento, el más destacable es la energía. Hay que tener en cuenta que, probablemente, sea uno de los motores referenciales de esta subida de precios, ya que aumenta su tasa por encima de los 44 puntos hasta 48,1%. Esta subida se debe básicamente al aumento de precio de refinamiento de petróleo, producción, transporte y la distribución de energía eléctrica. Hay que tener en cuenta, que en la comparativa interanual, en marzo del año pasado de manera opuesta, estos precios relacionados con la energía disminuyeron drásticamente.
Otro punto de referencia ha sido el aumento del coste en la exportación de los denominados bienes intermedios. En este caso está hablando de una variación interanual de tres puntos, colocándose en el 6,1%. Destacando los aumentos de precio de fabricación de productos químicos, también de compuestos, plástico, caucho en forma primaria, y, sin olvidar la producción de metal precioso y metales no férreos, que también sufrieron un retroceso en 2020.
Precios de importación
En cuanto al precio de importación, estos precios tuvieron en el mes de marzo una tasa interanual del 1,3%. Esto significa un crecimiento de cuatro puntos y medio en relación al mes de febrero, situándose en niveles que se pueden considerar pasivos por primera vez desde la primavera de 2019.
En esta evolución prácticamente todos los sectores han mostrado un comportamiento positivo, aunque con impacto desigual. La energía, presenta un crecimiento de casi un 19% más que el mes de febrero, con una variación del 0,4%, que se puede atribuir al precio de extracción de petróleo y gas natural que se mantuvieron constantes, frente a lo que ocurrió en el año 2020.