Alemania reconoce el Bitcoin

A comienzos del mes de julio dedicábamos un artículo a los claroscuros del Bitcoin en el que, reconociendo el valor a futuro que puede presentar esta moneda virtual desde muchas perspectivas, no podíamos dejar de ignorar una cierta situación de inestabilidad basada en las dudas mostradas por muchos organismos bancarios centrales de las principales economías internacionales, así como por una cierta sensación extendida de que la supuesta falta de control del Bitcoin al no encontrarse sujeto a ninguna de las regulaciones monetarias institucionales, pudiera generar un espacio más que atractivo para cuestiones como el blanqueo de dinero.

Ya entonces en aquel artículo veníamos a reconocer que el futuro de esta moneda virtual tenía mucho que ver con la actitud de los gobiernos ante su presencia, una actitud que en algunos casos era pasiva y en otros abiertamente hostil, y a la que no contribuía ciertamente en la mejora de imagen (o tal vez si aunque de manera muy sutil) cuestiones como el desplome de la cotización que sufrió con las primeras sacudidas de la crisis de los depósitos bancarios en Chipre, que hicieron retroceder el valor de del Bitcoin de manera espectacular.

Como suele ser habitual en Europa, no neguemos la evidencia, Alemania vuelve a dar pasos por delante de los demás en cuestiones que a veces pueden parecer no muy trascendentes, pero que evidentemente tiene una trascendencia notable, en este caso, en el reconocimiento del Bitcoin como moneda de cuenta legal, de esta manera tanto el modelo de conseguir esta moneda, el llamado Bitcoin Mining, que toma la forma de emisión de dinero, como su reconocimiento como dinero privado que puede utilizarse para la definición de deudas con expresión de valores, coloca un paso más allá al bitcoin en la coexistencia con los sistemas monetarios convencionales.

Quedan de todas formas cuestiones muy importantes por determinar, por ejemplo, la identificación de los usuarios a la hora de las transacciones de esta moneda que actualmente cotiza a 84 € la unidad, una identificación que resulta evidentemente clave para la tributación de las citadas transacciones, así como la seguridad de un sistema monetario totalmente digital, que es otro de los caballos de batalla con el que, por ejemplo, lleva un tiempo enfrentándose Estados Unidos a la hora de plantearse definir de manera total su posición ante el Bitcoin.

Recordamos que esta moneda fue creada por una persona (o grupo) del que ya no existe rastro sobre el año 2009, con la vocación de generar un sistema de moneda virtual basado en P2P y que resultara alternativo a los sistemas convencionales de moneda.

Entre las particularidades de esta moneda virtual no sólo reside el hecho de su manera de conseguirla, a través del trabajo de minado que realmente viene a ser una sucesión de problemas matemáticos a resolver por los ordenadores, sino su carácter finito en lo que emisión se refiere, ya que sólo se crearán un número determinado de unidades de manera periódica hasta alcanzar la cifra de 21 millones.

imagen Geralt pixabay.com

 

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