Se acerca el final de año y cada vez se va viendo más claro cuál será el final de los principales índices de la economía española. Uno de los más alborotados ha sido la inflación y con un IPC Anual 2008 que parecía subido a una noria. Y es que el IPC 2008 comenzó el año en el 4,3% y subiendo (a excepción de abril) empujado por los alimentoss (arroz, soja, trigo..) hasta alcanzar su cota máxima en el 5,3% registrado en julio, esta vez sí impulsado por el petréleo.
Sin embargo, desde julio las tensiones inflacionarias se han relajado, lo que ha permitido al IPC sumar tres meses consecutivos de caídas. Gracias a la última de ella, de nueve décimas porcentuales, se situó en el actua 3,6%. La previsión es que la tendencia continúe en noviembre y diciembre con descensos todavía más ascudados. De hecho, según el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, el IPC de Noviembre rondará el 2,5%, lo que supondría una caída de 1,1 puntos porcencuales para que el IPC Anual termine año en el 2%, curiosamente dentro de las previsiones oficiales realizadas a comienzo de año.
Llegados a este punto lo que realmente hay que preguntarse es si son realistas estas cifras, y la respuesta es que sí. Al igual que el precio del petróleo jugó un papel fundamental para el crecimiento de la inflación, ahora que el barril de crudo pierde fuerza día a día es lógico que también caiga la inflación. Con la crisis en mente de todos los inversores será complicado que el oro negro recupere los niveles de mediados de año, así que seguirá siendo un factor que empuje el IPC a la baja.
Pero el petróleo no es el único elemento que presiona al IPC a la baja. La caída del IPC Anual también ha coincidido con las rebajas en los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), que se volverán a producir en diciembre según adelantó Jean Claude-Trichet, presidente del organismo europeo.