Se suele conceder mucha importancia al efectivo en las empresas. El flujo de efectivo cobra especial importancia en las pequeñas y medianas empresas, pero afecta a cualquier tipo de compañía y también a tus propias finanzas personales.
Vamos a tratar de entender mejor cómo funciona el flujo de efectivo y todos los motivos por los que realmente se trata de algo muy importante para cualquier modelo económico independientemente de su tamaño.
Cómo analizar el flujo de caja
Como suele ocurrir en cualquier término contable, no existe una única forma de abordar el análisis del flujo de efectivo. De hecho, cuando se habla de las empresas, hacemos referencia al menos a tres tipos de flujo de efectivo:
- El flujo de efectivo operativo
- El flujo de efectivo en la caja de inversión
- El flujo de efectivo en la caja de financiación
Se trata de tres conceptos diferentes, pero realmente importantes y que deben tenerse presente en cualquier contabilidad básica, da igual el tamaño de la empresa. Pero, más aún, también son importantes aplicados y adaptados a la economía personal.
En general se considera que cualquier empresa siempre debe tener al día su análisis de flujo de efectivo operativo. Esto sería una acción vital incorporada a cualquier negocio o empresa. El flujo de efectivo operativo es el que va a analizar cómo entra y sale dinero en efectivo de todas las actividades que la empresa realiza.
En cuanto al flujo de efectivo en las actividades de inversión o financiación, no siempre es necesario en todas las empresas. O, mejor dicho, no siempre es necesario durante todo el tiempo. Para entender mejor esa afirmación es necesario comprender que cuando se habla de actividades de inversión no se hace siempre referencia a invertir en acciones u otros activos para encontrar rentabilidad. Esas inversiones también pueden hacer referencia a gastos de capital, o a inversiones destinadas a mejorar la productividad de la compañía.
Por su parte, el flujo de efectivo en la caja de financiación, haría referencia al efectivo que va a provenir de manera directa de los accionistas y acreedores. Esto tampoco es importante para todas las compañías de manera constante.
Cómo se analiza un estado de flujo de efectivo
No se puede realizar un análisis de flujo de efectivo si antes no se posee un estado de flujo de caja. Aunque puede extender a equivocar ambos conceptos, realmente no es lo mismo. Habitualmente, cuando utilizas cualquier software de contabilidad por simple que sea, el estado de flujo de efectivo se va a generar de manera automática.
Cuando no se puede generar de manera automática un estado de flujo de efectivo es necesario hacerlo de manera manual. Aunque es perfectamente posible y realmente tampoco es excesivamente complejo, lleva tiempo y se debe evitar cometer errores que pueden modificar toda la contabilidad. Por ello, se recomienda hacerlo de manera automatizada.
En un estado de flujo de caja lo que se hace es consignar todas las entradas y salidas de dinero de la empresa. Se debe tener en cuenta que en muchos casos será necesario asignar cada entrada y salida de dinero a diferentes categorías. Estas categorías suelen optimizarse de diferente forma, aunque lo común es hacerlo según líneas de producción o áreas de la compañía.
Por otro lado, se separan los diferentes tipos de flujo de efectivo: en primer lugar, siempre el operativo y posteriormente los de inversión y financiación. En los sistemas manuales de contabilidad tradicional, se puede apuntar el flujo de efectivo directo o indirecto.
En el método directo lo que se hace es enumerar cualquier entrada de efectivo y cualquier salida de efectivo según las actividades de la empresa. Esto lo que hace es señalar un ingreso neto.
En el método indirecto, los ingresos son netos para comenzar el análisis. Después de tener los ingresos netos como punto de partida se suman o restan las entradas o salidas que no son en efectivo.
Cómo se compone el análisis
El análisis del flujo de efectivo se compone de diferentes pasos o claves a tener en cuenta. Aunque pueden ser algunas más, estas serían las principales claves:
- Caja libre: donde se mide en efectivo sobrante tras pagar gastos
- Margen operativo: este es el indicador de la conversión de ingreso en ganancia en efectivo. Suele considerarse como un indicador del éxito o fracaso de la empresa. Se obtiene a través de sumar la utilidad neta más la depreciación y amortización más el cambio del capital de trabajo y dividirlo entre los ingresos.
- Tendencias: después de los pasos anteriores se suele considerar importante tratar de determinar tendencias o patrones. Esto se aplica fundamentalmente a los gastos, para determinar márgenes de mejora, pero, no es infrecuente que se aplique también a los ingresos para determinar si la relación entre costes de producción y precio está siendo la adecuada.
¿Se puede aplicar a las finanzas personales?
Aunque sean conceptos más relacionados con la contabilidad, lo cierto es que sí se pueden aplicar a las finanzas personales. Ten en cuenta que poder determinar claramente la relación entre lo que ingresas y lo que gastas es básico. Además, en un mundo en el que nuestras finanzas cada vez son más digitales, tener un control del flujo de efectivo bien optimizado, nos va a permitir conocer mucho mejor la eficacia de nuestras cuentas personales.