Aunque en lo que a precios se refiere, parece que las noticias relativas a la electricidad son las dominantes, en las últimas semanas hay noticias muy interesantes a tener en cuenta. Una de ellas es el efecto de la prohibición China para las operativas con criptomonedas.
Esta prohibición generó, casi de inmediato, una pérdida de valor de las principales criptomonedas, y, por efecto dominó, del mercado de activos digitales. Las pérdidas iniciales, de las que al menos las principales criptomonedas ya se están reponiendo, llegaron a superar en algunos momentos el 20%.
Todo esto ha hecho que no pocos analistas centren su mirada en los efectos que los eventos fundamentales pueden llegar a tener en el mercado de criptomonedas.
Recordemos, un mercado que, teóricamente, debería verse muy poco afectado por cualquier movimiento de otros mercados, pero que, sin embargo, vemos cada vez en mayor medida reaccionar a eventos fundamentales como el conjunto de los activos.
La conexión del precio de las criptomonedas y el resto de mercados
Y es que el asunto no es menor. Cada vez hay más señales de que el precio de las principales criptomonedas, fundamentalmente de Bitcoin, Ethereum y Ripple (aunque esta última en menor medida al ser un activo de intercambio) está influyendo en otros mercados.
Ya sabíamos, que los grandes movimientos de oferta y demanda de Bitcoin agitaban el mercado de criptomonedas. Lo que desconocíamos era el impacto que estas agitaciones dentro del mercado de criptomonedas tienen, o tendrían, en otros.
Suponíamos, y cada vez lo constatamos en mayor medida, que influían de manera bastante directa en el sector Fintech, no sólo por la relación directa de los activos digitales y la tecnología, sino porque muchas empresas de servicios financieros tecnológicos se relacionan de una u otra manera con las finanzas descentralizadas y con las criptomonedas.
Pero, y esta es la variable interesante, el crecimiento de la aceptación de las principales criptomonedas como herramienta de pago e intercambio en ámbitos muy diversos, hace que, efectivamente, las variaciones en el precio de Bitcoin, se conviertan en muchos casos en una especie de efecto onda de agua.
Tal vez estemos ante algo aun, muy perceptible, ya que no alcanza entornos masivos. Pero, no es difícil suponer que, por ejemplo, en un entorno en el que las grandes superficies comerciales aceptaran de manera directa y masiva el pago a través de criptomonedas, también las variaciones de precios acabarían influyendo de un modo u otro en este tipo de entornos.
En definitiva, en un contexto en el que aún existen muchas voces que cuestionan el mercado de criptomonedas como una burbuja con fecha de caducidad, lo cierto es que, con poco más de una década a sus espaldas, Bitcoin ha conseguido ir ampliando sus raíces y sus conexiones, generando un entramado de dependencias e influencias, que, sin ninguna duda, no éramos capaces de prever hace tan sólo cinco años.
Los próximos 10 años, con la irrupción de las criptomonedas oficiales de los bancos centrales, y los activos digitales de sustitución, van a ser determinantes para entender si, efectivamente, el mercado de criptomonedas va a ser tan influyente como algunos vaticinan.