Debido a la creciente demanda que se está dando por parte de los ciudadanos con este tipo de productos, que son indispensables para combatir la expansión del Covid-19, el Ministerio de Consumo se plantea limitar sus respectivos precios.
De esta manera, conseguirían frenar la posible especulación que pudiera generarse a raíz de la cuarentena. De hecho, más que una simple idea se trata de algo que se ha preparado y estudiado minuciosamente, por lo que sólo necesitaría el consentimiento del Ministerio de Sanidad para llevarlo a cabo.
La razón que hay detrás de esta nueva norma, es que se han recibido numerosas quejas respecto al aumento del precio de este tipo de productos, en un momento crítico para nuestro país. Se trata de un problema que se da a nivel nacional, pero con especial gravedad en los pequeños pueblos, donde el número de farmacias es mucho menor que en la ciudad. Estas quejas han sido comprobadas y estudiadas por los técnicos de Consumo, que han llegado a la conclusión de que se trata de un problema real al que hay que poner remedio de inmediato.
Evitar la especulación con los precios
La demanda de estos productos, en especial la de las mascarillas, comenzó a dispararse cuando se supo que el coronavirus había llegado al país. No obstante, es importante destacar que las que más se han vendido son justamente las que no tienen la capacidad de proteger a una persona que no se ha contagiado.
El segundo producto que más se ha vendido son los geles higienizantes, y en tercer lugar podemos encontrar los guantes y el resto de productos de protección individual que se han recomendado para combatir los contagios. Además, no se prevé una caída de la demanda temprana, ya que el ministro de sanidad ha anunciado recientemente que en el momento en que se declare el fin del confinamiento, será necesario transitar las calles haciendo uso de las mascarillas.
Esta medida impuesta por el Ministro de Consumo también dispondrá de medidas para que las farmacias no sean responsables de pagar la diferencia del coste de los productos que hayan aumentado sus distribuidores.
Algo parecido ha ocurrido en las funerarias, en el cual el ministerio dio por válido el precio de referencia que se estableció el 14 de marzo cuando comenzó el estado de alarma. Si una persona ha pagado una cantidad de dinero superior por este tipo de servicio, se encuentra en total derecho de reclamarlo a la empresa pertinente, que debe devolver al cliente la diferencia.
En el momento en que la medida se apruebe, las farmacias tendrán la obligación de presentar tanto sus albaranes de compra y de venta, de forma que el ministerio pueda controlar que no se ha llevado a cabo ningún aumento en ese tipo de precios.
Las organizaciones de consumidores reclaman que se realice un cambio cuanto antes, ya que han llegado a registrar precios realmente desorbitados, en especial respecto a las mascarillas. Las más básicas han llegado a venderse en farmacias hasta por 14 euros, cuando normalmente ni siquiera llegaban a costar 2.
