En base a datos oficiales recientes, el pasado año finalizó con una ligera pero importante subida respecto al precio de la vivienda libre. Veamos las razones.
2019 termina con un aumento de casi más de un 5% de media en el coste de las viviendas libres, teniendo en cuenta las cifras de 2018, que resultó ser un repunte importante en relación con los 6 pasados años, en los cuales sufrió continuas bajadas. También es importante destacar que se trata del repunte menos notable desde el año 2016. Todos los datos han sido sacados del reciente Índice de Precios de Vivienda (IPV), perteneciente al INE (Instituto Nacional de Estadística).
Los datos también revelan que entre los años 2008 y 2013 el coste de este tipo de inmuebles tuvo bajadas anuales bastante diferentes unas de otras. En 2008 la bajada fue de tan sólo un 1,5%, y apenas un año después aumentó hasta el 6,7%. En 2010 la bajada no fue tan evidente y cayó hasta el 2%, pero a finales de 2011 el coste de las viviendas libres subió hasta el 7,4%. En 2012 este coste había experimentado un descenso del 13,7%, y por último en 2013 fue del 10,6%.
A lo largo del 2014 fue cuando este tipo de coste comenzó a ver la luz realmente, ya que consiguió un repunte anual medio del 0,3%. En los años siguientes este porcentaje positivo del coste aumentó de manera considerable, siendo en 2015 de un 3,6%, en 2016 de 4,7%, en 2017 de 6,2% y finalmente en 2018 con un 6,7%. Este último año la racha parece haber parado, alcanzando cifras bastante estables.
Subidas de los precios de vivienda
Por otro lado, si hablamos del precio de los distintos tipos de viviendas, nos encontraremos con que las viviendas de segunda mano alcanzaron el 4,7% durante 2019. Como ya hemos visto antes, se trata del menor crecimiento que se ha registrado desde el pasado 2016. Por el contrario, en aquellas viviendas que todavía no se han estrenado, la media durante el 2019 alcanzó el 7,3% siendo, esta vez sí, el mayor repunte respecto a este tipo de viviendas desde el año 2007.
A finales del pasado año este coste se elevó un 3,6% en comparación con el fin de año experimentado en el año 2018. Esto supone que estamos ante una tasa interanual tan baja, que no veía desde principios de 2015. En total, podemos contar 23 trimestres seguidos en los cuales se ven precios de vivienda libre en números positivos.
En resumen, en cuanto a los tipos de viviendas, el coste de una nueva tuvo un aumento del 5,3% en relación a los datos obtenidos en 2018, En el caso de las viviendas que ya habían sido utilizadas, su tasa interanual se incrementó un 3,4%.
Qué son las viviendas libres
Cuando hablamos de este tipo de viviendas, nos referimos exclusivamente a esos inmuebles que se han construido sin ayuda del sector público. Pueden pertenecer tanto a empresas como a usuarios particulares, y su precio de venta se rige por completo por la ley de la oferta y la demanda.
Una vivienda libre se puede clasificar en base a si es nueva o de segunda mano. Decidirse entre la compra de una u otra va más allá del estado en el que puedan encontrarse. Hay diversos factores a tener en cuenta para tomar ese tipo de decisión, principalmente conviene analizar los pros y los contras de una vivienda nueva y una de segunda mano. Otros aspectos importantes que se deben analizar son, por ejemplo, los precios que tienen, dónde están situadas, el nivel de calidad de cada una, los impuestos que tienen, etc.
La mayor ventaja que tiene una vivienda que no se ha estrenado todavía, es que no hay ningún tipo de necesidad para realizar obras o reformas de ningún tipo, de manera que se puede entrar a vivir directamente, lo que no suele ocurrir cuando se adquiere una que es de segunda mano.
Por el contrario, las ventajas que más se pueden destacar de una vivienda de segunda mano, es que siempre van a ser más baratas, que se pueden reformar al gusto del comprador y por norma general se encuentran muy bien ubicadas, mejor que muchos inmuebles recién construidos.