Con los años, todos nos vamos haciendo más exigentes. Sobre todo en lo que respecta a gastronomía. Son muchos los que prefieren gastarse más dinero comiendo en un buen restaurante que en comprarse unos zapatos o un móvil. Además parece que cuanto más nos gastamos más bueno está todo y más nos satisface, pero en realidad no es así. Muchas veces se extiende la teoría de «lo caro y lo bueno». No todo lo que es caro tiene que ser bueno, ni lo que es barato tiene que ser malo.
Estudios recientes han comprobado, que las personas nos dejamos «impresionar» por el precio. Los investigadores de la Universidad de Cornell fueron a un bufé italiano en el norte del estado de Nueva York y estudiaron los hábitos alimenticios de 139 clientes cuando los investigadores manipularon los precios del bufé.
A varios clientes les ofrecieron un mismo bufé a 4 y 8 dólares, y se les pidió tener acceso a su experiencia por la calificación de la comida, el restaurante, y el sabor de la comida. Los clientes que pagaron 8 dólares por el bufet disfrutaron de su comida un 11% más que los clientes que comieron el de 4 dólares.
Con esto, los investigadores afirman que tenemos la tendencia de asociar la calidad con los precios altos, y generalmente no suele ser así. Pero no es este el único factor que influye, la luz del local también puede producir efectos que nos hagan experimentar las sensaciones de una misma comida de diferente forma.
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El mismo vino, sabe mejor si pagamos 90 euros que 10
Otro estudio reciente, de unos investigadores del Instituto de Tecnología de California y la escuela de negocios de Stanford han estudiado la sensación de agrado que las personas experimentan cuando se prueba el mismo vino, pero a diferentes precios. En el siguiente gráfico podemos apreciar las variaciones.
Los investigadores encontraron que los vinos de mayor precio, envían más sangre y oxígeno a una parte del cerebro llamada corteza orbitofrontal medial, cuya actividad refleja placer. Se ha explorado el cerebro mediante un método llamado imágenes de resonancia magnética funcional (FMRI) el cual mostró evidencia de la hipótesis de los investigadores de que «los cambios en el precio de un producto pueden influir en los cálculos neuronales asociados con agrado experimentado», según sus propias palabras.
Gráfico: CNET
Una gran verdad como un templo, hay más de una marca que si pagaras por la calidad no valdria un céntimo, y sin enbargo valen cientos de Euros.????