A lo largo de todos los años, ha estado presente el debate respecto a la desigualdad de hombres y mujeres. La idea de una mujer ama de casa, y el hombre trabajador era común y algo habitual, pero con suerte esto ha cambiado y mucho. Aun así, sigue habiendo mucho camino por recorrer, y hay campos en los que la mujer no es muy bien recibida, por ejemplo en el mundo de los negocios. Hoy en día ya hay muchas mujeres al cargo de grandes empresas multinacionales, y de importantes compañías que crecen cada día más y más. Otro de los campos donde podemos apreciar mucho más esta desigualdad es en el de las personas millonarias.
Un nuevo informe de los economistas Caroline Freund y Sarah Oliver, del Instituto Peterson de Economía Internacional, señala que los ricos que son cada vez más ricos, son en su inmensa mayoría hombres, y con unas cifras muy desproporcionadas.
La lista de multimillonarios de Forbes, un pequeño grupo que controla el 3% de la riqueza global de los hogares y cuyo total de patrimonio neto asciende a alrededor del 9% del PIB mundial, nos hace ver este problema, donde las mujeres se cuentan con los dedos de una mano. Las mujeres multimillonarias, representan sólo alrededor del 10% de la lista Forbes de multimillonarios del mundo 2014, según Businessweek. Y sólo el 15% de los americanos millonarios son mujeres. En los EE.UU., Bloomberg News cuenta 10 mujeres entre los 67 multimillonarios estadounidenses.
Esto puede no es muy sorprendente en los tiempos que corren, pero no ha sido así siempre, al menos no en Estados Unidos. Inicialmente, la riqueza era el resultado de la herencia de la familia, una realidad social que fue mucho más benévola con las mujeres. En 1969, las mujeres constituían aproximadamente la mitad del 0,01% más rico de los estadounidenses, según los economistas de la Universidad de Columbia, Lena Edlund y Wojciech Kopczuk, y ya en el año 2000, las mujeres constituían sólo una tercera parte de este grupo. Edlund y Kopczuk creen que a partir de la década de 1970, los cambios en la tecnología aumentaron los rendimientos de la actividad empresarial exitosa, que era dirigida y creada por hombres. La creación de una empresa se hizo mucho más rentable que una buena herencia.
- Las mujeres más poderosas del mundo
Hay un montón de teorías acerca de por qué esto es así. Para empezar, las mujeres tienen menos probabilidades de ser empresarios , ya que entre las mujeres que inician sus propias empresas, hay una evidencia que sugiere que la llegada al éxito es más difícil.
La construcción de un negocio de billones de dólares requiere algunas características, y los hombres tienden a ser demasiado confiados, en relación a las mujeres. Para las mujeres empresarias es más difícil obtener financiación. Menos del 10% de la inversión de capital riesgo va a las mujeres. Además, es difícil equilibrar las semanas laborales de 80 a 100 horas, sobre todo si tienen una familia.
Es importante no perder de vista el hecho de que estamos hablando de una pequeña parte de la población mundial. Para la mayoría de las mujeres, la igualdad económica ha mejorado. La proporción de mujeres respecto a los asalariados, en relación a ingresos (que no a la riqueza), se ha multiplicado por seis desde la década de 1970. Y las mujeres representan casi la mitad de los no tan ricos.