Tradicionalmente, la manera que teníamos de medir la evolución de los precios de los bienes y servicios que consumimos era el índice de precios al consumo (IPC). Este índice, entre otras cosas, medía los precios de todos productos como pueden ser el calzado, la energía, el pan o cualquier otro alimento o la vivienda. A partir de este índice, se medía el encarecimiento de la vida, es decir la inflación.
Lo que pasa con este índice es que si un mes aumenta muy significativamente el precio de productos de la cesta de la compra o de los alquileres, esto tendría efecto en el precio de otros muchos productos como el transporte público, ya que la Administración Pública fija los precios de los productos que dependen de ella en base a este índice. Lo mismo sucedería con cualquier otro producto de empresas dependientes del Estado.
Es decir, una importante subida en unos pocos bienes que se incluyen para hallar la variación del IPC puede provocar una subida también considerable en el precio de otros bienes, provocándose de esta manera una subida en los precios generales que no debería suceder.
Para solventar este problema, se ha propuesto la desindexación de la la economía. En enero de 2014 va a entrar en vigor la nueva Ley de Desindexación de la Economía, que quitará el IPC como índice de referencia para calcular la inflación. Se cree que la aplicación del IGC servirá para ahorrar dinero a los españoles y que acabará con un índice que el Gobierno considera poco equitativa e injustificada.
¿Qué es el IGC ?
Sus siglas provienen de Índice de Garantía de la Competitividad. Servirá como referencia aplicable en los contratos entre privados que voluntariamente así lo decidan. No se aplicará en ningún ámbito del sector público.
Se prevé que este nuevo índice servirá para impulsar al competitividad. Al entrar España en la Unión Económica y Monetaria se produjo una importante pérdida de competitividad del país y se cree que esta es una buena manera de relanzarla.
Este índice se publicará mensualmente por el INE (Instituto Nacional de Estadística) y servirá para actualizar algunos precios. La inflación armonizada será corregida con un sustrayendo de la pérdida de competitividad acumulada desde la entrada de España en el euro.
Contará con un techo y un suelo. su variación mensual podrá oscilar entre el 0% y el 2%.
