Sin casa sin ingresos y con deudas; un futuro muy real

Sin casa sin ingresos y con deudas; un futuro muy real

Cuando se habla actualmente en nuestro país del tremendo problema social que viene a suponer una cuestión como los desahucios, desgraciadamente tan abundantes en los últimos años, se tiene a veces una percepción un tanto distorsionada por la imagen media que se viene a producir en los casos más extremos de desahucio, y que, a veces oculta un poco una realidad más estándar y menos impactante tal vez a la vista, pero no menos preocupante y dura; la de aquellos que han entregado sus casas al embargo antes de los límites de ejecución o que lo han realizado sin impacto mediático directo, pero que posteriormente continúan sin casa, sin ingresos y con deudas.

Y es que si atendemos a los datos proporcionados por AFES (Asociación de Afectados por Embargos y Subastas) las 150.000 familias que en estos años de crisis han perdido sus viviendas se pueden ver multiplicadas de manera exponencial el próximo año 2014, donde, según la asociación, una previsión de morosidad hipotecaria de particulares por encima del 6% podría concluir en el año 2015 con, nada menos, que medio millón de familias españolas que han perdido sus casas y mantienen las deudas.

Si tenemos en cuenta que a lo anterior hay que sumar que actualmente se considera que la morosidad hipotecaria tiene relación directa con el paro al menos en un 70% de los casos, y, además, también tenemos en cuenta que la vivienda siempre es lo último que se deja de pagar  y el enorme aumento de parados de larga duración sin ningún ingreso, es bastante sencillo asociar el crecimiento constante de la morosidad hipotecaria con el hecho del agotamiento de los recursos económicos, por lo tanto, no sólo se quedarán sin vivienda y con deudas, también sin ingresos.

De la propia rueda de prensa realizada por la AFE podemos extraer datos en este sentido, como cuando se nos presenta la realidad del crecimiento hasta 5,1% de morosidad sobre los 6 millones de hipotecas concedidas, o lo que es lo mismo, en la actualidad hay 300.000 hipotecas que ya no son pagadas.

¿La solución? Obviamente no hay una  única solución que lleve en sí misma la suficiente carga de profundidad para acabar con el problema, probablemente el principio de toda solución, como la propia asociación reconoce, tendría que pasar necesariamente por la negociación con la banca, sin embargo, mentarle a la banca de nuestro país la palabra quitas es, como vulgarmente se dice, mentarle la bicha, por lo que a menos a corto plazo y de manera generalizada parece más que improbable que se abra ese proceso de negociación generalizado que parece tan necesario.

Imagen: pixelAnarchy pixabay.com

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