Todos los meses esperamos con atención el dato del IPC para saber cuánto se ha encarecido el nivel de vida en España. Si durante los primeros dos tercios de 2008 la preocupación era el aumento de la inflación ahora mismo ocurre justo lo contrario. El IPC no para de caer y el consenso de analista ya vislumbra tasas negativas, es decir, deflación, antes de la mitad del año. Sin embargo estos datos contrastan con el aumento experimentado en muchos productos de primera necesidad y sobre todo en la cesta de la compra.
Según los datos del anuario de consumo Nielsen de los que se hace eco el diario Expansión, el gasto en alimentación envasada y bebidas creció un 5,9%, en tanto que las compras en el sector textil lo hicieron en un 0,9%, mientras que la mayor caída obedece al gasto en carburante, que se contrae un 0,7% gracias al recorte en los precios del petróleo. Las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) son similares cuando se desglosan por sectores, pero todo cambia cuando se calcula el IPC General. Y es que la variación en las ponderaciones de cada grupo no refleja esta evolución en el consumo de los españoles.
El mejor ejemplo de esta disparidad es el grupo de alimentos, que pese a subir en importancia para las familias, su ponderación cae dos puntos porcentuales y sólo representa el 18% del IPC general. Pero este no es el único caso, bebidas y tabaco pesan ahora dos décimas menos que en 2008, en tanto que los productos textiles suben hasta el 8,81% pese a la contracción del consumo en los hogares españoles, que destinan menos dinero a la compra de los mismos. Lo mismo ocurre en el caso del transporte. Mientras los españoles tratan de ahorrar en el uso del coche, su aportación al índice general sube al 15,29%. En definitiva, esta ponderación distorsiona el valor del IPC como baremo para medir el coste de la vida.
Según explica Expansión, el problema radica en que el INE utiliza la Encuesta de Presupuestos Familiares para actualizar las ponderaciones, pero los datos de esta se actualizan de forma anual y ahora mismo sólo hay información relativa a 2007.
Las diferencias entre la realidad a la que deben enfrentarse las familias en materia de precios y lo que marca el IPC hace que se pueda de un IPC Real y de las cifras que maneja el INE de forma separada.
Foto – Flickr